OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
A. Reconocer las formas de moldeo, descuido o cultivo que aplicaron sobre sí mismo en su infancia y adolescencia y las consecuencias que identifica en su vida.
B. Reconocer sus interpretaciones sobre el ejercicio de autoridad frente a las normas o acuerdos implícitos o explícitos que tiene con hijas, hijos y menores de edad a su cuidado y frente a las transgresiones a las normas o acuerdos.
C. Reconocer las cualidades esenciales y talento de sus hijos e hijas y tomar conciencia sobre las interacciones que cultivan en ellos hábitos de cuidado, cooperación y persistencia al logro.
Los objetivos específicos son:
1. Identificar interacciones cotidianas de moldeo, descuido y cultivo frente a hijas, hijos y menores de edad a su cuidado.
2. Experimentar los recursos para cultivar la confianza, el descubrimiento de cualidades y talentos en hijas, hijos y menores de edad a su cuidado.
3. Asumir hábitos de autocuidado y cuidado muto con otros pares para cultivarse como cultivador(a) de hijas, hijos y menores de edad a su cuidado
SECUENCIA DE CONTENIDOS BÁSICOS PARA EL DISEÑO DE ACTIVIDADES CON LAS FAMILIAS
1. Reconocemos en nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes sus retos, capacidades e intereses
2. Resolvemos nuestras diferencias de manera digna y respetuosa, para convivir y cultivar a las nuevas generaciones sin maltratarnos.
Reconocemos en nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes sus retos, capacidades e intereses
- Sentir que los hijos son prestados y que es un honor servir para que realicen su propia misión lleva a cultivarles sus talentos y sus cualidades para que desarrollen hábitos de auto cuidado, cooperación con los otros y persistencia en el logro con los cuales enfrentar sus retos.
- Cuando no se reconocen las capacidades y talentos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes sino sólo sus necesidades y deseos, es más difícil cultivar hábitos de auto cuidado, cooperación con los otros y persistencia en el logro. Sin estos hábitos los hijos se ven débiles y necesitados de unos padres que son los que satisfacen sus necesidades y deseos y los cuales se ven convertidos en proveedores, que les dan y les hacen las cosas que pueden hacer por sí mismos. Esta debilidad de los hijos se muestra en caprichos e incomunicación que encaja con la debilidad de los padres que les lleva a tratar de lograr el cariño o confianza con permisos y dádivas que no se corresponden con los méritos de hijas e hijos, con los acuerdos y normas creados y algunas veces sin la capacidad económica de madres y padres.
- Para acompañar a los hijos e hijas en la generación de hábitos de auto cuidado, cooperación con los otros y persistencia en el logro, se puede mantener presente las siguientes preguntas:
- ¿Qué actitud, habilidad o aptitud mostró el hijo o hija, que le pareció que fue especialmente buena para resolver un reto o una tarea?
- ¿El hijo o hija se mostró complacido con el resultado que obtuvo?¿Qué podría desmotivar al hijo o hija para desarrollar una actitud, habilidad o aptitud que le complace o gusta y cómo podría evitarse que eso ocurriera?
- ¿El hijo o hija identifica y valora positivamente la actitud, habilidad o aptitud que mostró para resolver el reto o tarea?
- ¿Qué sería necesario para que un hijo o hija pudiera reconocer sus fortalezas?
- ¿Qué oportunidades sería positivo que el hijo o hija tuviera para desarrollar su actitud, habilidad o aptitud?
- ¿Cómo podrían lograrse esas oportunidades?
Atividad
Reconocemos en nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes sus retos, capacidades e intereses
Esta dinámica está dirigida a facilitar el desarrollo de habilidades para reconocer las capacidades y talentos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Prepare el salón para que las familias puedan desarrollar actividades expresivas, las que usted identifique que son de mayor gusto del grupo con el que esté trabajando, puede ser teatro, dibujo o modelado con plastilina por ejemplo.
A. Pida a los participantes que piensen en una situación en que le sorprendió algo que su hijo o hija hizo por parecerle especialmente bueno; Por ejemplo, la manera cómo resolvió un reto o la manera como realizó una tarea. Esa pregunta puede ser difícil de contestar, en especial con niños pequeños, facilíteles con ejemplos.
B. Acto seguido, pídales que representen la situación
C. Modere la actividad introduciendo las siguientes preguntas:
a. ¿Qué fue lo que les pareció especialmente bueno de lo que hizo su hijo o hija?
b. ¿Qué situaciones recordaron cuando vieron lo que su hijo o hija había hecho?
c. ¿Qué sentimientos positivos tuvieron cuando vieron a su hijo o hija hacerlo?
d. ¿Qué sentimientos negativos tuvieron en ese momento?
e. ¿Qué le dijeron en ese momento a su hijo o hija?
f. ¿Qué reacción tuvo su hijo o hija?
g. ¿Le cambiaría algo a la manera en que se dio la situación?
D. Después de esta serie de preguntas, pídales que reflexionen sobre cuál sería la mejor manera para que su hijo o hija pudiera ver que le reconocen sus talentos y capacidades.
E. Para cerrar la dinámica, pídales que vuelvan a representar la situación con los aspectos que le mejorarían para asegurarse de que su hijo o hija sepa que le reconocen sus talentos y capacidades y para mantenerse motivado en desarrollarlos
Resolvemos nuestras diferencias de manera digna y respetuosa, para convivir y cultivar a las nuevas generaciones sin maltratarnos.
- Sentirse dueño de hijas e hijos lleva a moldearles o descuidarles.
- La forma de sentir y comprender el ser madre, padre o cuidador se ha interiorizado desde la propia crianza. Estas actitudes surgen desde antes de engendrarles y pueden ser cambiadas cuando causan sufrimiento y vínculos conflictivos
- La forma como se ha interiorizado qué es ser madre, padre o cuidador se puede cambiar, empezando por reconocer cómo fuimos cultivados nosotros mismos
- Se moldea a hijas e hijos al imponerles control externo, definirles sus objetivos, chantajearles o maltratarles en diversas formas, por creer que como padre, madre o cuidador se tiene derecho a hacerlo si se tienen buenos motivos, excusas o justificaciones.
- Las formas conscientes o inconscientes de maltrato no crean vínculos de afecto y mucho menos de cuidado mutuo sino relaciones basadas en desconfianza, frialdad y resentimiento.
- El deseo de los hijos continuamente maltratados por abandonar la familia se puede materializar cada vez a edades más tempranas y empieza con el mayor tiempo frente al televisor y el menor tiempo de juego y conversación interpersonal directa ya sea con familia o amigos. Niñas, niños y adolescentes solos en una habitación, apartamento o casa realizando labores que no corresponden con su edad, viendo televisión o conectados a pantallas e incomunicados de otros humanos crean hábitos que deterioran su atención, imaginación y capacidad comunicativa
- La dominación de adultos sobre niñas, niños y adolescentes está interiorizada al punto que muchas personas hallan inaceptable cuestionar la obediencia que le exigen a las criaturas y dan por sentado que ellas y ellos son inferiores, no tienen capacidad auto regulatoria, ni de autodirección y que incluso nacen con algo de maldad, por lo cual los malos tratos se justifican por el supuesto bien de las criaturas; de esta forma la dominación de adultos sobre niñas y niños se reproduce automáticamente dentro de la familia.
- Se descuida a hijas e hijos al dejar que crezcan solos ya sea por miedo, culpa o impotencia. Hoy muchas madres y padres se sienten inseguros, temerosos y hasta culpables frente a sus hijas e hijos por no cumplir expectativas autoimpuestas como “darles lo que yo no tuve” o “darles todo lo que yo pueda”. De esta forma los padres utilizan a los hijos para relacionarse con su pasado, en vez de relacionarse con sus hijos reales en el presente real. Así, ni cambian, ni sanan su pasado, ni cultivan a sus hijos
Existen formas para enseñarle a mejorar o a corregir un error de un niño, niña, adolescente o joven, de manera que se establezcan pautas de crianza, dignas y respetuosas. (ver video).
Por ejemplo, como pautas claves usted puede empezar por:
Enfrentar el problema de inmediato. Ayude al niño o niña a entender cuál fue su equivocación
Si usted se siente muy alterado, dele a su hijo o hija un descanso. Un descanso le da a usted y a él o ella, la oportunidad de calmarse. Le da tiempo a ambos para pensar en lo que ha pasado.
El descanso no debe ser usado como un castigo, por ello cuando pida un descanso, diga algo como: “En este momento estoy muy enojado, no me gustó lo que has hecho, necesitamos tomar un tiempo a solas para pensar en lo que pasó. Después hablaremos sobre cómo lo solucionaremos. Vete a tu cuarto para que podamos hacerlo”.
Recuerden siempre que ustedes se quieren de todas formas.
Hable con su hijo o hija de lo que puede hacer la próxima vez para cambiar lo que no estuvo tan bien. Esto le ayudará al niño o a la niña a establecer sus propios límites
Dinámica 2: Resolvemos nuestras diferencias de manera digna y respetuosa, para convivir y cultivar a las nuevas generaciones sin maltratarnos.
Proponga una situación sobre la que se pueda practicar las recomendaciones revisadas en el Módulo 1, sesión 2 dinámica 3 que propone formas de identificar los aspectos clave para avanzar por sí mismos hacia unas formas de escuchar, comprender, preguntar y argumentar que hagan más agradable la forma de llegar a acuerdos, aplicadas ésta vez a una situación de cuidado o crianza de un niño, niña, adolescente o joven. Para ello:
1. Narre una situación de conflicto. Por ejemplo,
Un niño de tres años hace una “pataleta” particularmente fuerte porque su mamá no le permitió tomar la Tablet del hermano mayor, el cual la estaba usando para jugar en ese momento
2. Pida que los participantes en plenaria o en grupos pequeños con relator, propongan de qué manera se hubiera podido averiguar, haciendo qué tipo de preguntas, qué era lo que cada uno (la mamá, el niño, el hermano mayor) consideraba mejor para sí y para los demás en la situación.
3. Pida que los participantes propongan ahora, de qué manera cada uno de los involucrados en el conflicto (de acuerdo con sus roles), podrían comunicarse de manera sana, uno al otro sus motivaciones en la situación
4. Pida que los participantes propongan tipos de acuerdos que podrían hacer los participantes en el conflicto que se está trabajando, de acuerdo con sus roles, para que todos pudieran salir satisfechos de la situación
Recuerde permanentemente que no hay una sola manera de realizar acuerdos pero que lo importante, siempre es que al realizar el acuerdo: Puede ver este video:
- cada persona sienta que está siendo reconocido su rol e interés en la situación
- cada persona ha podido expresar adecuadamente su interés o motivación, eso de acuerdo a su edad y rol en la situación
- la solución ha sido buena para ambas partes.
A modo de esquema, recuerde permanentemente que en la resolución de conflictos las personas pueden tener presentes las siguientes pautas propuestas por Martin Seligman (1999):
a. Pararse un minuto a pensar antes de hacer nada
b. Proponerse no juzgar ni suponer y sí tener pensamientos que me ayuden a afrontar la situación 3.
c. Preguntarse ¿Qué es lo que siente, piensa y necesita de mí, la otra persona?
d. Preguntarse ¿Qué es lo que necesito que suceda?
e. Preguntarse ¿Qué podemos hacer la otra persona y yo para qué suceda?
f. Preguntarse ¿Cómo puedo lograr que suceda? Se trata de elegir el mejor camino para resolver la situación entre varios, mínimo dos posibles?
g. Evaluar, corregir y si es necesario intentar otra vez
En un segundo momento de la dinámica se plantean preguntas y pautas que facilitan enfocar las acciones más relevantes que se requieren teniendo en cuenta la edad de las personas implicadas y sus características particulares.